La última vez que nos vimos, aún no nacía el bebeloper y si bien nos acompañó en ese viaje cuando estábamos embarazados, él aún no descubre tu magia. Sé que algún día lo hará y disfrutaremos juntos todo lo bueno y malo que puedes dar.
Esa última vez que te visite, recuerdo que anunciaban los primeros casos de ese bicho del cual no vale la pena mencionar más, pero era necesario en esta única ocasión y solo espero que todo siga bien para todos y todas.
Hoy nuevamente estoy aquí, en el país que me vio nacer y en la ciudad que me vio partir, a una aventura de la cual jamás imagine que me llevaría a una aventura formando una familia, y el nacimiento de mi primogénito “El Bebeloper”.
No seas ansiosa, pronto lo conocerás, espero para cuando ambos celebramos nuestro cumpleaños en septiembre, falta poco, en esta ocasión vengo de trabajo.
Te cuento que me involucre más en el tema de las cryptocositas, sin entrar en estafas o pirámides, Mi trabajo es enseñar a las personas a entender la tecnología detrás de todos esos conceptos raros, que entiendan sus finanzas y puedan ver valor en la tecnología blockchain y es por lo cual vengo a visitarte, para hablar en diferentes conferencias, actividades y seguir evangelizando la tecnología que ha permitido a países como Ucrania, Cuba, Venezuela y recientemente Argentina a que sus ciudadanos tengan el control de sus activos, puedan enviar y recibir sin dinero de forma segura y sin perder su valor sobre el tiempo.
Mientras trabajo trataré de disfrutarte y cuidarte y si visitare tanta taquería pueda, solo estaré unos días, prometo no alejarme tanto, pero entenderás que no era fácil con un embarazo, su nacimiento y ese bicho.
No te preocupes, ya te visitaré muy pronto para disfrutar de tus paisajes, museos, y toda esa comida que tanto extraño y sí, conocerás al bebeloper, ese colombianito con sangre mexicana. Te prometo que te va a caer muy bien, no puedo garantizar que se portara bien, pero sé que se llevaran muy bien.
Hasta pronto…